martes, 15 de diciembre de 2009

Desvaneciéndose el recuerdo















Flor que un día,
resplandeciste entre mis manos,
iluminando ilusiones,
de días venideros,
colmados de inocentes augurios.
Flor que agotaste el aroma
sin saber que ese era tu destino,
ya no luces más en mi morada,
a otra estirpe te llevaron,
luciendo galana.
Flor que en la madurez
das los mejores frutos, ...
recubierta de nuevos capullos,
te abres a una nueva vida
aprendiendo nuevos principios.
Flor que dejaste el vacío
cubierto de espinos
que a mi me toca,
desentrañar la maraña
cubierta de zarza.
Flor delicada en su día,
hoy no eres más que
un laberinto de crueles pasiones,
testigo en silencio
de días felices.

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