lunes, 14 de diciembre de 2009

Es la libertad











Caballo salvaje
indómito ... imperturbable,
trotando al galope
te haces libertad
sin que nadie te alcance.
Orillando las pisadas,
coceando al viento,
por amo la confianza,
por bandera la voluntad.
Brisa que te acaricia,
no sabes de sumisión,
engalándose tus crines
osadas ... atrevidas.
Naciste en la rebeldía
sin pisadas que te alcancen,
no hay retroceso en tus actos
mirando siempre adelante.
Por que detrás no perdiste nada,
solo quedan los cobardes,
los que olvidan sus culpas,
los que evaden sus penas,
los que acallan sus conciencias.
¿Y el rencor del ofendido?
de olvido a la esperanza.
Nunca miraste hacia atrás
y mucho menos por detrás
a ese lugar no se va
ahí ... ni para coger impulso.

Ojos
















Ojos en la oscuridad
van dando forma a una silueta,
que se cohibe,
que se averguenza.

Ojos escudriñadores
de preguntas,
de respuestas,
de siléncios.

Ojos en la noche vacíos
que se afanan por recordar,
la largura de tu cabello,
el ondear de tu cintura.

Ojos presurosos
de tenerte en su almohada,
de regazos en la tarde,
de sonrisa en la mañana.

Ojos altaneros
de cerrarse en la palabra,
de heridas que se abren,
de risas que no llenan.

Ojos de manantial
cristalinos de tristezas,
turbios de deseo,
esperanzados de conciencias.

Ojos siempre ojos,
ya no quedan nuestros ojos,
el nosotros ya se ha ido,
solo quedan ya ... mis ojos.