viernes, 12 de febrero de 2010

Así es la vida
















Afables y dedicadas,
ahí estamos ...
resignadas,
aunque nos pisen y humillen,
perdonamos.
Rompen nuestro corazón,
en muchos pedazos,
pero nos levantamos.
No todo es agonía,
también hay esperanza,
a cada avance conseguido,
con cada logro asumido,
el orgullo concebido,
despierta el sueño dormido.
Recordamos con añoranza,
años y años atrás,
donde en su frágil manita,
prisioneras nos quedamos.
Su caminar vacilante,
haciendo acopio de gran valentía,
su balbuceo de trapo,
su risa inconstante,
sus miedos nocturnos,
su abrazo espontaneo.
Sus preguntas por sorpresa
que la respuesta hace presa,
sus caprichos y rabietas,
también sus acciones buenas.
Sus amigos y sus fiestas,
las salidas que me dejan inquieta,
sus primeros amores,
que se inician con temores.
Y llegará al fin el día,
en que afronten con valentía,
el caminar por la vida,
donde yo solo seré,
el recuerdo de la niñez
y donde ellos también
guiaran otros ojos,
el de sus hijos ... tal vez

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