domingo, 24 de octubre de 2010

Gracias por existir













Imaginaba en su soledad,dentro de ese mar agónico de sufrimiento ,quién sería aquél que le devolviera la sonrisa.Donde estaría ese que cambiaría su dolor y angustia en amor y sobre todo ilusión.
Creyó encontrarlo en otros ojos,en otras voces pero sólo eran espejismos .Todo era irreal,incluso ,hasta lo que parecía que se volvería realidad,se convertía en bruma que confundía y no dejaba ver con claridad.
Pasaban los día,los meses,los años ... .
Pasaron esperanzas,ilusiones,creencias vanas,paciencias que la consumían y que resultaron al final inútiles hasta que al fin llegó.
Llegó él.Alguien totalmente diferente,alguien que no estaba previsto,alguien para quien la entrada en su casa del amor estaba vetada pero fué ganando terreno con ese aplomo y seguridad que poseía.
Fué poco a poco ganando terreno y convenciéndola con lo que mejor se le daba ... con sus palabras.Desgranando ante ella sus ideas,sus convencimientos.Cambiando esos prejuicios que poseía,esos "que dirán".
Se ganó a pulso sus sentimientos,su respeto,su confianza y su fé.
Intercambiaron pertenencias en ese mundo que crearon,en el de la vida,de los sonidos,de la imaginación ... .
A ella,ese mundo a veces le dolía por que le dolía su ausencia prolongada.Por que deseaba tenerlo a centímetros de su piel.Poder mirarse en sus ojos y decirle al oido " te quiero".
Deseaba contemplarlo mientras dormía y apoyarse en él,en su pecho,en su hombro y permanecer así,sin hablar,en silencio para dar comienzo al lenguaje de las manos que se pasean por el mapa de sus pieles,respigándolos.
Hace memoria imaginando como acaricia su pelo mientras descansa a la vez que abraza su cintura,reposando en su serenidad para simplemente decirle: "GRACIAS POR EXISTIR".

miércoles, 13 de octubre de 2010

Prestaciones



Hojas mecidas por la brisa otoñal,
poco a poco irán cayendo para dar vida,
otras,más fuertes,virginales,llegarán.
El calor de una chimenea nos envuelve
arropándonos con su luz tintineante,
adormeciéndonos por los contrastes.
El frío del otoño pone fin,
horas plácidas que sucumben
al ser acariciadas por la luz.
Susurros vespertinos
amoldados en nuestras conciencias,
dando vida a los sueños.
Desgarros placenteros
que nos envuelven
como marionetas inertes.
Desplegamos nuestros encantos,
hacemos el momento inolvidable,
en un mar imperturbable.