jueves, 8 de abril de 2010

Sacrificio











Su mundo se disuelve
como pastilla efervescente.
Un padre impotente
ve como parte su hjo adolescente,
la madre llora en silencio,resignada,
sentada en la silla con la mirada perdida
arrancado su corazón,
el que ella misma le dió aquel día,
sudoroso,jadeante,doloroso.
Aquel día feliz en que sus ojos se abrieron
a la luz del primer día de su vida.
Al aire,el coraje y el valor
de unos brazos que en alto le sostenían,
las de el padre orgulloso
que con fuerte tenura,
lo abrazaba y sonreía
los mismos que hoy,un mal día,
sin querer separarse le asían,
pero la fuerza bruta,la del criminal,
la de la orden seguida,
sin miramiento se lo llevaba
por rebelde y con ideas
las mismas que su padre le enseñaba a defender
por que sólo ellas pueden
convertirle en hombre libre.