domingo, 30 de mayo de 2010

Desencanto












La ilusión se quebró al tiempo que sus mentiras.
Esa mano que la estrechaba
en momentos desechos de agonías amargas,
al darse cuenta,
que no conocia a quien amaba
la tristeza invadía su alma.
Sólo fué un espacio en el tiempo de la ignorancia
aquella que nos ciega nada más que a nosotros,
que no vemos mas allá
de nuestras propias narices
y a veces incluso,ni la sentimos.
Voces amigas la alertaban
era en vano,nada cambiaba
en su fé enamorada
por la que tanto y tanto suspiró
para que le quitara esas lágrimas
que día tras día
afloraban en sus mañanas.
"-¿Dónde estará?-se preguntaba,
aquél que suspirar me haga
y de sonrisas llene mi cara,
aquél que cambie mi tristeza
por ilusión impagada".
Llegó,pero en mal momento
sólo era un efímero sueño
del que hoy,
el despertar amargo llegaba
y la sonrisa de un día
en llanto profundo,su piel llagaba.