lunes, 13 de septiembre de 2010

En el nombre de dios













Hoy es el gran día ¡por fín!.
Desde el día que inicié esta andadura nunca tuve el más mínimo atisbo de duda,sabía que él era el elegido.Lo sentía dentro de mi,cada vez que hablaba contándole mis cosas,cada vez que le pedía consejo,ahí estaba él para iluminar mis pasos.Siempre a mi lado,por eso siempre fuí fiél a la palabra que un día le dí.
Han pasado ya cuatro años desde que decidí unir de alguna manera mi vida a la suya,sabía que no me equivocaba.Mis hermanas me ayudaron mucho apoyándome y animándome.Las quiero mucho.
Durante estos años he tenido tiempo,mucho tiempo para pensar,se que el cambio que voy a experimentar es grande.Se acabaron definitivamente las salidas nocturnas,como antes hacía,los amores clandestinos a la luz de la luna (que tamnién los he tenido),los coqueteos y miraditas a hurtadillas.De ahora en adelante mi vida será tranquila y aposentada,no debo faltarle al respeto ni al compromiso que con el adquiriré.
A mi favor tengo que decir,que me resultará fácil.Desde el mismo instante en que él entro en mi corazón no he tenido ojos ni pensamientos para ningún otro mortal.El es único y especial y ¡le quiero tanto!.
No he dormido demasiado esta noche,mi cabeza no dejaba de bullir ideas,mi corazón se desbocaba por momentos y mi respiración a veces parecía agitada.Es tan grande el ansia que tengo por que llegue ese momento que no veo la hora.He visto amanecer a través de mi ventana en esta noche plácida y cálida,llena de estrellas que parecía guiñarme el ojo para hacerse cómplice y partícipe de mi dicha.
Nunca me he sentido tan feliz,ahora lo sé.Las emociones que siento jamás las había sentido.Hoy me doy cuenta de lo efímeras que eran mis risas por que hoy río con el corazón.Esto si es amor.
Ya oigo pasos,risas intentando apagarse para no parecer tan alborotadas.Las siento contentas y se que es por mí.Mis hermanas son casi tan felices como yo.
Faltan pocas horas para encumbrar mis pasos al altar donde él me espera,se que desea esta unión tanto como yo.
Mi vestido,mi precioso vestido blanco,lo veo desde este rincón de mi cama.Ahí está,blanco,inmaculado,sencillo pero ¡tan bonito!.No he visto jamás un vestido tan bonito.
Pican en la puerta,debo empezar a preparme,me dice una de mis hermanas.Lo sé.Le sonrío como respuesta.... .
Ya estoy lista para unirme al hombre de mi vida,estoy realmente bonita.Miro mi habitación,esa en la que por última vez dormiré como soltera.
Encamino mis pasos,sin titubeos.Mi corazón está deseoso por encontrarme con él.Se que no me equivoco.
Por fin,a dos metros de la puerta,hay mucha gente,mi família,se que también son felices en estos momentos.Mis hermanas,todas al completo,me acompañan también.Ya entro,respiro hondo,estoy a pocos metros de cumplir mi sueño.
Nos casará el obispo,es todo un honor.Sólo veo caras sonrientes y otras emocionadas de felicidad.
La ceremonia es preciosa,muy sentida,llena de sentimientos y por fín llega el momento.La alianza entra en mi dedo y yo contesto: “Para Jesús, mi corazón, mi todo, por siempre....” las mismas palabras que también están escritas en esa alianza por que ahora pertenezco enteramente a Cristo,el prometido de mi alma.